Leer el texto te llevará menos de tres minutos, también puedes escucharlo en mi voz.
Quién me lo iba a decir. Ya tengo 35 años. Nací en el 78 antes de que se promulgase la Constitución y he llegado al 2013 como ella: sin desarrollar todo el potencial y con ansias de cambio. 35 años en los que he conocido cierto desasosiego y cierta felicidad. 35 años en los que he conocido a bastante gente, alguna de ella destacable: esa que nunca te fallará voluntariamente, al menos es lo que creo. Atrás quedan muchos años en los que siendo un niño, calculaba cuántos tendría en el cambio de siglo: casi 22.
Han pasado 13 años desde que tenía esos 22. En estos 35 he conocido a todos mis abuelos, aunque ya sólo me quede uno. En estos 35 años he conocido a todos mis tíos, aunque me falten tres. En estos 35 años he conocido a todos mis primos, aunque me falten dos. En estos 35 años me he ido haciendo mayor. He madurado y dejado de hacerlo dependiendo de las situaciones que me han tocado vivir. En estos 35 años tengo la sensación de haberme equivocado bastante en no pocos temas; pero equivocándome he aprehendido modos y costumbres para intentar equivocarme menos de lo que he hecho hasta ahora.
Hijos de primos, hijos de amigos, embarazos de amigos… han pasado muchas cosas en los últimos años. Sí, muchas de ellas bastante buenas. Sigo respirando con cierta libertad, la que tengo, la que he sabido ganar.
Me faltan muchas cosas por hacer en los próximos 35 años. Tengo algún que otro sueño por cumplir, en cualquier caso siempre modesto. Sé cómo están las cosas a mi alrededor, como han estado e imagino cómo estarán, de ahí que intente estar con los pies en el suelo; eso sí muchas veces gravito sobre mí para intentar coger perspectiva sobre las cosas.
Colegio, Instituto, Universidad, Trabajo, Paro, Zumárraga, Ávila, Burgos… He pasado por varios sitios y he intentado hacer las cosas lo mejor que he podido, aunque seguramente me podía haber esforzado más. No lo dudo, lo afirmo, ¿quién va a conocerme mejor de lo que yo me conozco ? Llevo 35 años soportándome todos los días. Ni mis padres ni hermana me conocen como me conozco yo, eso sí saben de sobra por dónde van mis salidas.
A todos los que os habéis acordado de que vine al mundo el 24 de febrero de 1978, gracias. Os aportaré un par de datos extra: nací a las 12:45 de un viernes típico de Bilbao, gris, como muchas veces mi carácter.
¡Gracias por estar ahí! ¡Me hacéis falta aunque no os lo suela decir!
